miércoles, 21 de abril de 2010

TAZA DE DESEMPLEO

Índice que se obtiene de dividir a la población desempleada abierta entre la Población Económicamente Activa (PEA) y el resultado multiplicarlo por cien, con objeto de obtener el porcentaje de desocupación. Así por ejemplo: si una persona esta desempleada y tres están ocupadas hay cuatro personas activas y la tasa de desempleo es del veinticinco por ciento.
La tasa de desempleo varía cuando las personas entran y salen del fondo de desempleados aun ritmo diferente, cuando entran más de lo que salen, la tasa de desempleo aumenta. Cuando salen más de lo que entran, disminuye.
La tasa de desempleo aumenta cuando aumenta la tasa de perdidas de empleo, bajas voluntarias o decisiones de los que están fuera de la población activa de buscar trabajo. Disminuye cuando las personas que estaban desempleadas consiguen trabajo o cuando renuncian a buscar y abandonar la población activa.
La tasa de desempleo es sumamente cíclica. Durante las recesiones aumenta y durante las recuperaciones y las expansiones disminuye.

EL DESEMPLEO
El término desempleo es sinónimo de desocupación o paro. Parte de la fuerza de Trabajo que estando en condiciones de trabajar no se encuentra ocupada en actividades productoras de Bienes o servicios. En Función de las causas y la naturaleza del desempleo se han planteado diversas clasificaciones. Las más usadas son:
a. Desempleo Friccional, Desempleo Cíclico y desempleo estructural.
b. Desempleo Voluntario y Desempleo Involuntario.
CÍCLICO.
Se da cuando en las fases recesivas del ciclo, el gasto de la economía es insuficiente para dar empleo a todos los recursos. Éste tipo de desempleo ocurre solo por un ciclo, en este caso, sus consecuencias pueden llevar a países con instituciones débiles a la violencia y finalmente la desobediencia civil. En países desarrollados la situación puede provocar vuelcos desde las políticas de Estado hasta definitivamente la adopción de un sistema económico distinto como pena del debilitamiento institucional. Un caso de desempleo cíclico ha sido la crisis mundial de 1929.
ESTRUCTURAL

Desempleo resultante del hecho de que el patrón regional u ocupacional de puestos de trabajo vacantes no coincide con el patrón de disponibilidad de los trabajadores. Es decir corresponde técnicamente a un desajuste entre oferta y demanda de trabajadores. Esta clase de desempleo es más pernicioso que el desempleo estacional y el desempleo friccional. En esta clase de desempleo, la característica de la oferta suele ser distinta a la característica de la demanda lo que hace probable que un porcentaje de la población no pueda encontrar empleo de manera sostenida. Los economistas ligados al Estado no pueden admitir que un país esté bajo este tipo de desempleo pues se trata de una situación grave para una población asalariada de un punto o sector determinado. Además, en un contexto de libre mercado, se suma a la crisis de las masas asalariadas la de las medianas y pequeñas empresas que no logran adaptar su respuesta a la crisis cíclica del sistema capitalista en la que sólo los grandes conglomerados empresariales- holdings- pueden funcionar.
Las características principales que advierten de un desempleo de tipo estructural son:
Desajuste sostenido entre la calidad y características de la oferta y la demanda.
Desadaptación del conjunto de los actores económicos respecto a la economía externa e incapacidad del mercado interno para paliar esa diferencia.
Obsolescencia gráfica de un modelo productivo determinado.
FRICCIONAL
El desempleo friccional (por rotación y búsqueda) y el desempleo por desajuste laboral (debido a las discrepancias entre las características de los puestos de trabajo y de los trabajadores) aparecen aun cuando el número de puestos de trabajo coincida con el número de personas dispuestas a trabajar. Se refiere a los trabajadores que van de un empleo a otro para mejorarse. Su desempleo es temporal y no representa un problema económico. El desempleo friccional es relativamente constante.
ESTACIONAL
Por una parte, el desempleo estacional es aquel que varía con las estaciones del año debido a fluctuaciones estacionales en la oferta o demanda de trabajo. Se habla de desempleo estacional, por otra parte, para referirse al que se produce por la demanda fluctuante que existe en ciertas actividades, como la agricultura, por ejemplo. Sobre la estacionalidad del empleo agrícola
CATEGORÍAS DE LA PEA
Ocupadas o adecuadamente empleadas:
Realizan trabajos de acuerdo a su capacidad.
Trabajan a jornada completa
Obtiene remuneraciones superiores a mínimo legal.
Gozan de seguridad social.
Gozan de vacaciones pagadas.
Trabajo estable.
Subocupados o subempleados:
Realizan trabajos que no están de acuerdo a su capacidad o profesión.
Son trabajadores eventuales o contratados.
No trabajan a jornada completa.
Obtienen ingresos inferiores al mínimo legal.
No tienen seguridad social.

Por lo que se consideran dentro de la tasa natural de desempleo: el desempleo voluntario, desempleo friccional y el desempleo involuntario, así descartando el autoempleo. Considerándose así a la tasa de Desempleo que determina la estructura presente de una economía. Dicho en otros términos, la Tasa Natural Desempleo incluye el Desempleo Friccional y estructural, e implica un nivel que no puede ser reducido por un aumento de la Demanda Agregada. Más allá de este punto los intentos por reducir el Desempleo -ya sea mediante incrementos en el Gasto público o a través de otras medidas institucionales- producirán Inflación.
LOS EFECTOS DEL DESEMPLEO PUEDEN SER:
Económicos. Como la caída de la producción y de la demanda agregada o el aumento del déficit público.
Sociales. En los desempleados de larga duración, como la falta de auto estima, la pobreza o los efectos discriminatorios sobre ciertos colectivos como los discapacitados.
Además existen también efectos sobre los trabajadores que deben hacer frente a los subsidios de los desempleados.
TEORÍAS EXPLICATIVAS DEL DESEMPLEO Y POLÍTICAS A SEGUIR
Las teorías explicativas del desempleo atienden a diversos factores como los demográficos (el baby boom), tecnológicos (sustitución de mano de obra por máquinas) o la apertura al comercio internacional.
a. Teorías explicativas del desempleo
Existen dos tipos de teorías explicativas importantes:
La teoría clásica o monetarista: Originada por Friedman, se basa en que el mercado de trabajo funciona como cualquier otro y que el desempleo mayor que el friccional se debe a políticas inadecuadas originadas por la presión sindical, y los deseos de los trabajadores que exigen salarios muy altos
La teoría Keynesiana: Proviene de la idea de que la demanda agregada no cubre el producto potencial y no se absorbe toda la mano de obra.
b. Políticas macroeconómicas contra el desempleo
Existen dos tipos:
Las políticas que desean incidir sobre la demanda. Tienden a desplazar la curva de demanda a la derecha para acercarse al producto potencial. Su consecuencia más negativa es la inflación.
Las políticas de reformas estructurales. Pretenden incidir sobre la oferta y desplazar su curva hacia la derecha. Obtienen mejores resultados que las de demanda pero la lentitud y dificultad de aplicación, impide que sean puestas en práctica más a menudo.
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LA DEMANDA EFECTIVA Y LA DETERMINACIÓN DEL NIVEL EMPLEO
Uno de los aspectos más importantes para determinar la demanda efectiva es saber lo que determina las funciones de demanda y de oferta. La función oferta relaciona el volumen dado de empleo con las expectativas de retornos, lo que determina un número determinado de trabajadores, contratados por los empresarios Z = F(N); Z es el costo de producción del output de N personas. La demanda agregada es aquella que los empresarios piensan utilizar para un output con N personas ocupados: D = f(N). Dado el valor de N y siendo D > Z, existirán motivos para que el empleo sea aumentado.
Decir que D = Z implica decir que no existe ningún obstáculo al pleno empleo. Dada la propensión al consumo, el nivel de equilibrio del empleo dependerá de la inversión corriente real; la propensión a la inversión depende de un conjunto de factores que son independientes de los que determinan la propensión al consumo, en particular de la tasa de interés, que depende de consideraciones psicológicas.
La función consumo, ignorando los precios, es D1 = F1 (N1) donde N1 = d(N). D1 es la cantidad probablemente a ser gasta en consumo y N1 es el empleo en la industria de bienes de consumo equivalente al consumo resultante del ingreso real del trabajo de N hombres; el ratio N1/N dependerá de la psicología de los empresarios y del estado de la información, por lo que N1 tenderá a ser menos que N pero con la misma señal, es decir, 0 <> N1 > N
D1 el gasto en consumo, el output de N1.
D2 el gasto de inversión, el output de N2.
D2 =F2 (N2), que depende de la eficiencia marginal del capital y de la tasa de interés. Será favorable aumentar el empleo hasta el punto en que la eficiencia marginal iguala la tasa de interés. En equilibrio D1 + D2 = D’. Desde que F(N) = F1 (N1) + F 2(N2) porque N1+ N2 = N.
Dado la propensión a consumir y a invertir, existe solo un nivel de empleo que es consistente con tales propensiones. Existe un nivel de inversión que conduce a una situación de pleno empleo, pero no existe obligación que exista siempre: “thus, the marginal eficiency of capital, the rates of interest and the propensity to consume will sirve to give us the level of employment. The richer the community, the wider will tend to be the gap betwen N and full employment”.
De las nuevas definiciones resulta claro para Keynes que cuando S > I el ingreso se reduce, por lo que el output disminuye, los empresarios corrigen las expectativas en el período a seguir, dadas las expectativas realizadas en este período. Aunque no considera la posibilidad de que las expectativas de corto plazo influencien el output corriente, en el sentido de que si el ingreso esperado del empresario es inferior al padrón, este disminuye el output en el corto plazo, lo que explica la desocupación como un equilibrio abajo de pleno empleo. Keynes estudia un modelo teórico en que las fluctuaciones en el output dependen de los cambios en las relaciones entre gasto e ingreso, siendo el gasto igual a la inversión más los gastos en consumo (los lucros son un residuo).
Keynes construye la heurística positiva que conduce al cuerpo central de la Teoría General, las teorías auxiliares del modelo definitivo que conforma el núcleo duro del programa keynesiano: la teoría de la demanda efectiva, con las determinantes del consumo y la inversión, la teoría de la preferencia por la liquidez y la tasa de interés. En este sistema, concluye Keynes no existe una tendencia de largo plazo al pleno empleo, como supone la teoría de la economía neutral.
En ese camino elabora los conceptos fundamentales y establece el modo de relación entre las categorías y nociones, formula las leyes psicológicas y las encuadra en el funcionamiento del sistema, constituyendo un modelo que asienta la inestabilidad en el comportamiento de los inversionistas, en la incertidumbre de los productores como inherentes a la economía. Faltaba solo precisar algunas nociones, como la de eficiencia marginal del capital y la integración de esa en la teoría de la inversión, pero sobre todo necesitaba explicar la relación entre la eficiencia marginal y la tasa de interés; comprender porque esta última era recalcitrante a la baja.
Ahora resulta claro para Keynes que su presupuesto en el ‘Treatise’ de que cuando S > I el ingreso se reduce, por lo que el output disminuye, los empresarios corrigen las expectativas en el período a seguir, dadas las expectativas realizadas en este período. Keynes no consideraba anteriormente la posibilidad de que las expectativas de corto plazo influencien el output corriente, en el sentido de que si el ingreso esperado del empresario es inferior al padrón y por tanto puede no estar en equilibrio, este reduce el output en el corto plazo, lo que explica la desocupación como un equilibrio abajo de pleno empleo. El ajuste genera la desocupación, pues no se produce automáticamente o cuando se produce demora tiempo. Keynes deberá probar que no existen mecanismos automáticos que aseguren el pleno empleo y la estabilidad de los precios.
Como los gastos realizados en consumo no serán muy diferentes de las expectativas de consumo, a menos que cambien los hábitos, el ingreso no puede aumentar a menos que la inversión aumente. El ‘gap’ entre ingreso y consumo debe ser llenado por la inversión. La inversión es determinada por la eficiencia marginal del capital y por la tasa de interés. La investigación de Keynes: “...has evolved into a primary study of the forces which determinate changes in the scales of output and employment; and, whilst it is found that money enters into the economic scheme in an essential and peculiar manner, technical monetary details falls into the background” .
El modelo que Keynes comienza a proponer permite verificar la capacidad potencial de la producción y los problemas generados en una economía monetaria, permite ver el conflicto entre una economía de intereses privados que produce bienes y una economía pública que exige dinero para transformar la inversión en empleo; la clave de la discrepancia debería ser encontrada en las características y peculiaridades de la moneda. El fracaso del sistema radica en el sistema de cuentas asociado con la producción monetaria, que fracasa en la reconciliación entre intereses privados e interés público.
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LA DEMANDA DE CONSUMO Y AHORRO
Empezaremos analizando una economía muy sencilla, sin gobierno ni sector exterior que serán introducidos más adelante. En una economía tan simple no hay impuestos, ni subvenciones, ni exportaciones, ni transferencias, ni ninguna magnitud que distorsione la identidad entre producción real, gasto y renta. Representaremos estas magnitudes indistintamente mediante una Y.
La demanda agregada, D, tiene sólo dos componentes, la demanda para consumo de las familias, C, y la demanda para inversión de las empresas, I. Por lo que Las familias destinan una parte de sus rentas Y al consumo C y el resto al ahorro S.
La demanda de consumo depende del volumen de la renta. Cuando las rentas son muy bajas existe cierta demanda de consumo, lo que se llama "consumo autónomo" ya que incluso el que no tiene nada tiene que consumir algo para sobrevivir. A partir de ahí, cuanto mayor sea la renta, mayor será el consumo; la función de consumo es creciente con la renta. Pero también crecerá el ahorro; cuanta más rica sea una sociedad, mayor proporción de sus rentas podrá destinar al ahorro. Es de esperar que las familias de rentas altas ahorren una proporción mayor de su renta mientras que las familias que obtienen una renta baja necesitan consumir aun más de lo que ganan.
LA FUNCION LINEAL DE CONSUMO
La función de consumo se construye a partir del consumo autónomo (independiente del nivel del ingreso, y por lo tanto constante) y el consumo inducido (relacionado al nivel del ingreso a través de la propensión marginal a consumir).
Su formulación usual: C = Co + pmc.Y.
Esta función surge a partir de la exposición de Keynes, quién considera tres aspectos fundamentales con respecto al consumo (Esto queda claramente señalado por el autor, que afirma: “La ley psicológica fundamental en que podemos basarnos con entera confianza , tanto a priori partiendo de nuestro conocimiento de la naturaleza humana como de la experiencia, consiste en que los hombres están dispuestos por regla general y en promedio , a aumentar su consumo a medida que su ingreso crece, aunque no tanto como el crecimiento de su ingreso”:
1) PROPENSIÓN MEDIA AL CONSUMO
El porcentaje que representa el consumo sobre el total de la renta se hace cada vez menor cuando ésta aumenta; la propensión media al consumo es decreciente. Resulta al dividir el consumo por el ingreso.
2) PROPENSIÓN MARGINAL AL CONSUMO (PMC)
Es el aumento que se produce en el consumo cuando la renta aumenta en una unidad.es decir muestra los cambios marginales en el consumo, debido a los cambios también marginales en el ingreso.
Su está entre cero y uno, dado que el incremento en el ingreso no se gasta íntegramente en consumo.
Gráficamente, la pmc es la pendiente de la función de consumo
• Su concepto resulta fundamental para la comprensión y confección del multiplicador keynesiano.
Keynes pensaba que la propensión marginal al consumo es constante, es decir, cuando los individuos conseguimos un aumento de nuestras rentas, destinamos siempre la misma proporción de ese aumento al consumo. Eso implica que la representación gráfica de la función de consumo es una recta con la misma pendiente sea cual sea la renta. Si la pmc es alta, la función de consumo está muy ajustada a la bisectriz, mientras que cuando la pmc es menor, la línea del consumo resulta más horizontal.

3) No existe relación (significativa) de la función consumo con la tasa de interés.

Ciertas inconsistencias, en especial en referencia con el punto 2) disminución en la PMeC al incrementarse el nivel del ingreso-, determinaron aportes posteriores de Fischer, Modigliani y Friedman, entre otros investigadores. Es que claramente, la función consumo aparecía con un comportamiento más complejo que el que se postulaba inicialmente.
Fischer introdujo el tema de la intertemporalidad del ingreso (incidencia del ingreso futuro) en el consumo presente. Modigliani incorporó el papel la riqueza y el ciclo de vida, en el sentido que las personas ahorran durante una etapa de la vida –la juventud- y desahorran en otra –la vejez-.
El ciclo de vida: El ingreso Y se distribuirá entre (los rectángulos representativos del consumo y el ahorro; el ciclo de vida (que se indica en el eje de las abscisas) incluye el período activo hasta R, que marca el retiro, y el período pasivo posterior, donde se producirá el desahorro. Durante este período activo, la riqueza W (marcada en trazo grueso) irá incrementándose. Al final del ciclo laboral, comienza el desahorro (rectángulo D), y la disminución de la riqueza.
Friedman postuló el concepto del ingreso permanente (Yp) como determinante del consumo.
En la actualidad, se trabaja sobre la hipótesis de la existencia de dos tipos de funciones consumo, una de corto y otra de largo plazo, la primera más influenciada por los cambios transitorios en el ingreso y la segunda relacionada con el ingreso permanente. Así, los cambios transitorios provocan un desplazamiento sobre la función de corto plazo, y los permanentes implican un traslado a la función superior (o inferior, si se tratase de un descenso).
Así, por cambios en el ingreso que el consumidor interpreta como transitorios, su variación de consumo se producirá sobre la misma función Consumo de corto plazo, gastando una parte del incremento del ingreso y ahorrando el remanente. Solo si el consumidor interpreta su cambio en el ingreso (incremento) como permanente, su función de consumo pasará a ser entonces otro.
Esto nos lleva a permite articular funcionalmente las funciones de consumo de corto y largo plazo: esta última se obtiene vinculando la trayectoria de las sucesivas funciones de consumo de corto plazo que resultan de los cambios en el ingreso (desde una perspectiva optimista y apelando a cierta razonabilidad económica podemos pensar que el ingreso de los individuos se irá incrementando paulatinamente en el transcurso del tiempo).
Los cambios transitorios en el ingreso determinarán un desplazamiento del consumidor sobre la misma función y solo los que se interpretan como permanentes determinarán el desplazamiento a una función superior (o inferior).
Si la función de largo plazo parte del eje de coordenadas la propensión media a consumir coincidirá con la marginal.

FUNCIÓN LINEAL DE AHORRO (S)

Muestra la relación entre el nivel de ahorro y la renta. Del supuesto de que la renta es igual al consumo más al ahorro.
Su formulación usual: S= (Co)+ (1-b) Y.
1) PROPENSIÓN MEDIA A AHORRAR
Es el porcentaje que representa el ahorro sobre el total de la renta se hace cada vez menor cuando ésta aumenta; la propensión media al ahorro es decreciente. Resulta de dividir el ahorro por el ingreso.
2) LA PROPENSIÓN MARGINAL AL AHORRO (PMS)
Es el aumento en el ahorro cuando la renta aumenta en una unidad. Siendo la cantidad adicional que ahorran los individuos por cada dólar de renta adicional de renta que reciben.
PMA = S’= [(Co)+ (1-b) Y] ‘= 1-b =a
RELACIÓN ENTRE (PMC y PMA)
Lógicamente, como cualquier aumento en la renta se destina al consumo o al ahorro, la suma de ambas propensiones es igual a la unidad. Por lo cual cada dólar adicional de renta pasa a incrementar el consumo o el ahorro. Combinando estos hechos, se calcula la PMC y la PMA:
a+b = 1
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OBSERVACIONES
El factor tecnológico es un elemento a considerar permanentemente en las crisis capitalistas. la fusión de las empresas motrices del sistema (que incurren en monopolio) y el constante progreso tecnológico hace que la mano de obra sea menos requerida en alta tecnología, desplazándose grandes masas hacia trabajos informales o de carácter precarización precario.
Las causas del desempleo son múltiples y variadas, originando en consecuencia diferentes tipos o modalidades de desempleo (cíclico, estructural, friccionaly estacional).
En condiciones en que la demanda agregada disminuye, como en la fase recesiva del ciclo económico, se produce también un incremento en el desempleo que, por lo tanto, suele llamarse cíclico. La disminución en la demanda de trabajo presiona los salarios hacia la baja hasta que llegan a un punto en que, finalmente, se reactivan las inversiones y la economía en general, con lo que el desempleo comienza a decrecer.
El desempleo también es producto por factores de tipo legal o institucional: cuando las autoridades de un país fijan un salario mínimo impiden que se ofrezcan colocaciones a un nivel inferior a éste, con lo que no es posible el descenso de los salarios reales y se dificulta el crecimiento de la demanda de trabajo; del mismo modo opera la fijación de salarios diferenciales para diversas categorías de trabajadores y cualquier limitación al desplazamiento de la mano de obra, ya sea geográfica o según ramas de actividad. las limitaciones que pueden imponer los sindicatos y grupos de presión a la contratación de mano de obra -según edad, sexo o nacionalidad- o los requisitos formales de aprendizaje que se establezcan operan en el mismo sentido.
Se ha comprobado que el propio seguro de desempleo, cuando ofrece compensaciones tan altas o tan largas que desestimulan la búsqueda de trabajo, aumenta el desempleo global de un país, y lo mismo sucede cuando se establecen subsidios directos a sectores pobres de la población que estarían, de otro modo, dispuestos a conseguir una colocación.
La solución encontrada por la mayoría de los keynesianos consiste en un cambio del papel del estado: su política económica debe encaminarse a impedir los períodos recesivos mediante un aumento del gasto público que estimule la demanda agregada, lo cual produce un déficit fiscal.
El enfoque clásico centra su atención en la oferta agregada, conocida la producción deduce la demanda y la renta. el enfoque keynesiano pone el énfasis en la demanda agregada y a partir de la determinación del gasto obtiene la producción y la renta.
En la economía keynesiana se habla de un desempleo producido como consecuencia de deficiencias en la demanda agregada que no tienen carácter cíclico: la preferencia por la liquidez hace que no todos los ingresos se canalicen hacia la inversión o el consumo, lo que produce una deficiencia de la demanda que lleva a un equilibrio económico en una situación que no es de pleno empleo, y que sólo puede ser compensada mediante el incremento en la demanda que origina el gasto público. Por lo que el modelo que keynes elabora le permite realizar una teoría en que el volumen de empleo depende de la demanda efectiva, que es la expectativa de inversión adicionado a la expectativa de consumo. la pregunta que se levanta es ¿que determina el consumo y la inversión? el cual se afirma que esta en función de la ley psicológica tanto del consumidor como del inversionista.
A diferencia de los neoclásicos, keynes se interesó primordialmente por los grandes agregados económicos nacionales, en especial por el efecto de la demanda agregada sobre el nivel de los ingresos, y por la atención que prestó a la proporción del ahorro total destinada a la inversión.
El nuevo pensamiento de keynes busca responder a un problema para el cual la teoría económica no encontraba una respuesta: la desocupación involuntaria, formula un cuadro teórico: una teoría del output y del empleo, y, un modelo que capta en lo fundamental los principios que pautan las conductas de los individuos, grupos sociales en una economía monetaria.
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viernes, 16 de abril de 2010

EL EQUILIBRIO CLÁSICO Y KEYNESIANO

LA OFERTA Y LA DEMANDA AGREGADAS

EL ENFOQUE CLÁSICO

LA DEMANDA AGREGADA
Los economistas clásicos sostenían que la demanda agregada es decreciente, es decir, que al disminuir el nivel medio de precios aumenta la cantidad agregada demandada de bienes y servicios. El motivo es que, si se produce un descenso del precio de todos los bienes y servicios, con cada unidad monetaria podemos comprar más bienes y servicios que antes, habrá aumentado el poder de compra del dinero. Con nuestra riqueza (patrimonio) podremos comprar más bienes y servicios, por lo que aumentaremos nuestras compras. Este aumento del gasto supone un incremento de la demanda agregada.
De la demanda agregada clásica hay que destacar dos cosas. La primera es que al bajar el nivel medio de precios se produce un aumento en las compras de todos lo bienes y servicios de la economía, no hay desvíos en las compras. Segundo, los economistas clásicos, al analizar la demanda agregada, centran su atención en el dinero, el poder de compra del dinero y en la cantidad de dinero de la economía.

LA OFERTA AGREGADA
Los economistas clásicos opinaban que la función de la oferta agregada era vertical en el nivel de producción potencial o de pleno empleo. Si inicialmente la economía se encuentra en un punto l , donde la producción es igual a la de pleno empleo, y partiendo de esta situación suponemos que todos los precios se duplican, de forma que no varían los precios relativos, vemos que la situación de todos los agentes es igual a la situación inicial y que por tanto se producirá lo mismo. Los trabajadores observan que ahora ganan el doble, su salario nominal (el precio del trabajo) se ha duplicado, pero también lo han hecho los precios, por lo que su salario real, es decir, la cantidad de bienes y servicios que pueden comprar con su salario, permanece inalterado. Al ganar lo mismo en términos reales los trabajadores también desearán trabajar las mismas horas. Las empresas también están en la misma situación pues los ingresos se duplican al duplicarse los precios, y lo mismo ocurre con los costes, por tanto se duplica el beneficio nominal permaneciendo los beneficios en términos reales inalterados. Las empresas obtienen los mismos beneficios, medidos en cantidad de bienes y servicios que se pueden comprar con ellos, se enfrentan a la misma oferta de trabajo y tienen su capital productivo inalterado, de todo ello deducimos que las empresas desearán producir la misma cantidad de bienes y servicios que antes de subir los precios.

EL EQUILIBRIO
El equilibrio lo obtenemos por la intersección de las curvas de demanda y de oferta agregadas. Podemos observar en el enfoque clásico, en el punto de equilibrio existe pleno empleo.
Los economistas clásicos van más allá al considerar que las fuerzas del mercado garantizan que la economía alcance esa posición de pleno empleo. Supongamos que la economía se encuentra en el punto c, donde existe desempleo, nótese que la cantidad de bienes y servicios demandados en C es inferior al nivel de pleno empleo (PNPE). Ante esta situación las empresas bajarán los precios para vender más, esta bajada de precios producirá un aumento del poder de compra del dinero lo cual generará un aumento del gasto en bienes y servicios por parte de la gente. A medida que va bajando el nivel de precios la demanda agregada irá aumentando y se aproximará al nivel de pleno empleo, moviéndonos a lo largo de la demanda agregada desde C hasta E. Debido al elevado paro, exceso de oferta de trabajo, los salarios irán bajando, por lo que las empresas contratarán más trabajadores para hacer frente al aumento de la demanda. Una vez alcanzado el pleno empleo, en el punto E, este proceso de ajuste a través de los precios y los salarios se parará pues nos encontraremos en una situación de equilibrio. Por tanto, vemos que las fuerzas de mercado, a través de la flexibilidad de precios y salarios, garantiza la existencia de pleno empleo en el equilibrio.

LA EXPLICACIÓN CLÁSICA DE LA GRAN DEPRESIÓN
Ya que los economistas clásicos creían que siempre habría pleno empleo cuando la economía estaba en equilibrio, ¿cómo explicaban las recesiones? y, en particular, ¿cómo explicaron la mayor recesión de todas: la caída en la Gran Depresión entre 1929 y 1933? Su respuesta fue que el desempleo masivo sólo existió cuando la economía estaba en desequilibrio como resultado de perturbaciones sobre la economía.
La economía se podía ver perturbada principalmente por un desplazamiento de la curva de demanda agregada. Los economistas clásicos se centraron en el dinero y en su poder de compra cuando analizaron la demanda agregada. Al trazar cualquier función de demanda agregada los economistas clásicos suponían que la cantidad de dinero era constante. Cualquier cambio en la cantidad de dinero originaría un desplazamiento de la función de demanda agregada. Se movería a la derecha si la cantidad de dinero aumentase y a la izquierda si se redujese.
Según los economistas clásicos, en 1929 la economía estaba cerca del equilibrio con pleno empleo en -a-, gráfico 2.5, con la curva de demanda agregada DA1929. Entonces, debido a ciertas perturbaciones en el sistema bancario y financiero, la cantidad de dinero en manos del público cayó entre 1929 y 1933 cerca de un 30% Como resultado de la disminución de la cantidad de dinero la curva de demanda agregada se desplazó hacia la izquierda, hasta DA1933.
Ante esta disminución en la demanda, el pleno empleo aún habría sido posible si los precios y los salarios hubieran descendido todo el tramo hasta Pe. Sin embargo, los precios y los salarios presentaron rigideces a la baja; es decir, no cayeron rápidamente ante una demanda débil y un alto desempleo.
Una razón para estas rigideces se encuentra en que se precisa tiempo para que los que buscan trabajo se percaten de que no encontrarán el empleo que desean al salario que esperan. Sólo tras una búsqueda frustrante estarán dispuestos a aceptar un salario inferior. Algo similar ocurre con las empresas, únicamente tras un periodo de bajas ventas consentirán una bajada de precios.
Debido a estas rigideces, los precios sólo descendieron hasta P1933 en 1933. Al permanecer por encima de lo que requería el nuevo equilibrio, la cantidad de bienes y servicios comprados fue inferior al nivel de pleno empleo potencial de la economía.
Claramente, en el nivel de precios P1933, la demanda agregada sólo era lo bastante grande para comprar la cantidad de producción existente en el punto -b-. La economía estaba en una profunda depresión.
De este modo, ante el colapso de la demanda, las rigideces de precios y salarios detuvieron el movimiento descendente de la economía a lo largo de la función de oferta agregada. En vez de ello, a medida que la demanda caía, la economía se movió a lo largo de la trayectoria a corto plazo de -a- hasta -b-, gráfico 2.6, a una situación de desempleo. Sin embargo, los economistas clásicos creían que en ausencia de cualquier perturbación posterior en la demanda, los precios y los salarios se ajustarían a la baja restaurando gradualmente el pleno empleo. Aunque ello llevaría tiempo, la economía finalmente se movería a lo largo de la nueva curva de demanda agregada desde -b- a -c-, de -c- hasta -d- y, finalmente, al nuevo equilibrio de pleno empleo en -e-. Los economistas clásicos confiaban en que a largo plazo los precios y los salarios se ajustarían, restaurando el pleno empleo.
Este enfoque condujo a los economistas clásicos a sugerir dos soluciones posibles a una depresión:
1. Eliminar el origen de la perturbación. Adoptar medidas para impedir un descenso en la cantidad de dinero o para restablecerla en el caso de que ya hubiera disminuido. Si se hubiera mantenido estable la oferta de dinero, la demanda agregada no habría disminuido y la economía no habría caído en la depresión.
2. Agilizar el tránsito de la situación de pleno empleo inicial a la nueva situación de pleno empleo. Los trabajadores y las empresas podrían verse estimulados a aceptar rápidamente menores salarios y precios, de modo que la economía se desplazara rápidamente a su nuevo nivel de equilibrio de pleno empleo. Cuanto más dispuestos estuviesen los trabajadores y empresarios a aceptar menores salarios y precios más corto sería el período pasajero de desempleo y más pronto alcanzaría la economía su equilibrio a largo plazo con pleno empleo.
Sin embargo, muchos economistas clásicos fueron muy escépticos sobre la capacidad del Estado para ayudar a la economía fomentando la flexibilidad a la baja de precios y salarios. En realidad, muchos creían que cuando el Estado interviene en los mercados es probable que se mantengan los precios altos y aumenten sus rigideces. Así, muchos economistas clásicos defendieron una política de laissez faire, consideraron que el Estado debía tener un papel reducido, no intervenir en la economía y dejar que las fuerzas del mercado actuasen para restablecer el pleno empleo.

EL ENFOQUE KEYNESIANO

Hasta la llegada de la Gran Depresión la mayoría de economistas consideraban el tema del desempleo como un problema menor, debido a fluctuaciones pasajeras de la economía. La larga y dramática situación de los años treinta rompió la confianza en los fundamentos clásicos. En este contexto emergió la figura del economista británico John Maynard Keynes, que en 1936 publicó la Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero en la que atacó la visión clásica y ofreció un nuevo enfoque sobre el funcionamiento de la economía: “El sistema económico en el que vivimos , parece capaz de permanecer en una situación crónica de actividad inferior a la normal durante un considerable periodo, sin ninguna acusada tendencia ni hacia la recuperación ni hacia el colapso total. Además , el pleno, o incluso el aproximadamente pleno empleo, es un acontecimiento infrecuente y pasajero”. El enfoque de Keynes se basa en tres fundamentos:
1. La existencia de desempleo en la economía de mercado. Keynes, en clara oposición a los economistas clásicos, sostenía que la economía de mercado podía estar en equilibrio con desempleo, es decir, podía darse una situación de elevado desempleo sin que las fuerzas del mercado lograsen llevar a la economía a una situación de pleno empleo. Además, sostenía que incluso si la economía se encontrase en una situación de pleno empleo ésta no tenía porque mantenerse indefinidamente y podía caer en una recesión, resaltando de esta forma la inestabilidad de la economía de mercado.
2. La causa del desempleo. Keynes sostenía que el desempleo masivo era el resultado de una demanda agregada insuficiente.
3. La solución al desempleo. Si la causa del paro era el poco gasto en bienes y servicios, la solución debía ser un aumento del gasto agregado. Como en un contexto de recesión no cabe esperar que los agentes privados (familias y empresas) aumenten su gasto debe ser el gasto del Estado el que estimule la demanda agregada.
Este fue el principal mensaje de política económica de la Teoría General: El Estado tiene la capacidad (y la responsabilidad) de controlar la demanda agregada asegurando, de este modo, una prosperidad continuada. Keynes desechó la visión clásica de que las fuerzas del mercado resolverían el problema del desempleo y que el Estado debía limitar estrictamente sus intervenciones en la economía. Keynes fue especialmente intolerante con el argumento clásico de que en el "largo plazo" las fuerzas del mercado restablecerían el pleno empleo, replicando que "a largo plazo todos estaremos muertos".
Para justificar sus tres proposiciones, Keynes propuso un nuevo esquema teórico, incluyendo un enfoque de la demanda agregada y oferta agregada distinto al de los economistas clásicos.

LA DEMANDA AGREGADA
Keynes analizó la demanda agregada a partir del estudio de los cuatro componentes del producto nacional:
1. Los gastos del consumo privado.
2. La demanda de inversión.
3. Las compras de bienes y servicios por parte del Estado.
4. Las exportaciones netas.
El consumo privado es importante ya que es la base del proceso multiplicador de la política económica y del que hablaremos en los próximos capítulos.
La demanda de inversión es fundamental debido a que Keynes la utiliza para justificar la inestabilidad de la economía de mercado. Keynes sostenía que el gasto en bienes de capital dependía de las expectativas de los empresarios, cuando la economía entraba en declive las expectativas empresariales se volvían pesimistas recortando la inversión y agravando la recesión.
El gasto del Estado juega un papel clave en la economía keynesiana como remedio a la inestabilidad económica. Si una disminución de la inversión hubiera sido la causa principal de la depresión, sería irreal esperar que el restablecimiento de la inversión privada pudiera sacar a la economía de la depresión, ya que las expectativas de los empresarios serían muy pesimistas. Más bien era tarea del Estado proporcionar una solución mediante el incremento del componente de la demanda agregada, directamente bajo su control. Es decir, era deseable que el Estado aumentara su gasto para compensar el descenso en la inversión privada y, de este modo, mantener el nivel global de demanda en la economía. Así, el gasto en infraestructuras del Estado puede ser utilizado para compensar las fluctuaciones de la demanda de inversión privada, jugando un papel estabilizador de la demanda agregada.
La teoría keynesiana sugiere que en tiempos normales la curva de demanda agregada es descendente, tiene pendiente negativa.

LA OFERTA AGREGADA
Los economistas clásicos reconocieron que los precios y los salarios podían presentar rigideces temporales, habían usado esa rigidez para explicar períodos transitorios de desempleo a gran escala cuando la demanda agregada descendía. Keynes enfatizó aún más las rigideces. Bajo su punto de vista trabajadores y empresas rechazarían con firmeza cualquier recorte de precios y salarios. Como resultado, ante una situación de desempleo masivo, los precios y los salarios permanecerían rígidos indefinidamente. Esta rigidez de precios y salarios significaba que existía un tramo horizontal en la función de oferta agregada keynesiana, suponiendo que en el segmento AB. Si partimos de una posición inicial de pleno empleo en el punto A hubiera un descenso en la demanda agregada, los precios permanecerían estables, por lo que la caída en la demanda agregada se manifestaría en términos de un descenso en el nivel de producción y no en los precios. Esto se muestra por el movimiento de A a B- Además, si la demanda agregada se mantiene baja, la economía permanecería en una depresión en B.
Según Keynes, el remedio consistía en incrementar la demanda agregada. Respondiendo a ello las empresas aumentarían la producción. Debido al gran número de personas y de máquinas paradas, se podría producir más a los precios existentes. La producción aumentaría y la economía se movería hacia la derecha, a lo largo del tramo horizontal de la función de oferta agregada, en dirección hacia A.
Una vez la economía hubiera alcanzado el punto A (en situación de pleno empleo) Keynes no presentaba ninguna objeción esencial al enfoque clásico de la oferta agregada. Como la economía ya estaba operando a plena capacidad, cualquier incremento posterior en la demanda agregada se reflejaría en mayores precios. La economía se movería verticalmente hacia C.
En resumen, la función de oferta agregada keynesiana tiene dos tramos totalmente distintos: uno horizontal y otro vertical:
· El segmento horizontal, que es relevante para analizar los períodos de depresión y de recesión, cuando una demanda inadecuada origina altas tasas de desempleo. Esta sección horizontal de la curva de oferta agregada se denomina como tramo keynesiano.
· El segmento vertical, que se alcanza cuando la demanda agregada fuera lo suficientemente elevada para asegurar el pleno empleo. Posteriores incrementos de la demanda sólo originarían inflación. Esta sección vertical de la oferta agregada se conoce como tramo clásico.

EL EQUILIBRIO
El equilibrio lo obtenemos por la intersección de las curvas de demanda y de oferta agregadas. Podemos observar, en el gráfico 2.12, que en el enfoque keynesiano en el punto de equilibrio puede existir pleno empleo, pero también es factible, y según Keynes más probable, que exista desempleo. En caso de que la economía se encontrase en una situación de desempleo, tal y como se representa en el gráfico de la derecha, está situación sería de equilibrio pues las fuerzas de mercado no nos moverían de ese punto.

KEYNES Y LA GRAN DEPRESIÓN
Keynes sostenía que el motivo de la Gran Depresión se debía a una fuerte contracción de la demanda agregada debido a una caída de la inversión.
Desde el punto de vista keynesiano la interpretación de la depresión que hicieron los clásicos era simplemente errónea. Keynes presentó dos razones para rechazar el argumento clásico de que el pleno empleo se podría restablecer por medio de una caída general de precios y salarios:
· En primer lugar, los precios y los salarios no descenderían mucho; son rígidos a la baja.
· Incluso si los precios y los salarios disminuyesen no sería de esperar que el mercado restaurase el pleno empleo. Un resultado más probable sería que la deflación empeoraría la depresión. Viendo que las fuerzas del mercado no restablecerían el pleno empleo, Keynes llegó a la conclusión de que la solución a la Gran Depresión debía venir por la intervención del Estado en la economía. Si la economía está situada en un punto como el B, el Estado no debería permanecer inactivo mientras millones de personas permanecen desempleadas. Debería aceptar sus responsabilidades e incrementar su gasto para desplazar la demanda agregada hacia la derecha y restablecer, de esta forma, el pleno empleo. Una explicación intuitiva sería la siguiente: si los precios de los productos agrícolas bajan, tal como ocurrió con el precio del trigo durante la Gran Depresión, los agricultores verán bajar sus ingresos y no podrán pagar sus préstamos, por lo que perderán sus tierras y la recesión se agravará.

CICLO ECONÓMICO
Es la secuencia más o menos regular de recuperaciones y recesiones de la producción real en torno al PIB potencial.
Se divide en:
Fondo: Se da cuando la demanda es baja y por hay stock almacenados. Esta situación da lugar a una escasez de producciones e inversiones.
Expansión: Cuando surge la necesidad de modernizarse aumenta la inversión lo que aumenta la demanda y la oferta.
Pico: En él se llega al límite de producción y la oferta se aproxima al producto potencia, esto puede dar problemas como la inflación.
Recesión: Sucede en las crisis económicas, da lugar a graves problemas como el desempleo.
Para evitar al máximo las consecuencias de estos ciclos los gobiernos en su función estabilizadora intentan mantener el ciclo en niveles normales.

LA TEORÍA DEL CICLO POLÍTICO: argumenta que la periodicidad de las elecciones en los sistemas democráticos unida al poder de los gobiernos para estimular la economía, provocan ciclos económicos de duración ajustada a la de los períodos legislativos. Antes de las elecciones, el gobierno aprobará medidas expansivas, que promuevan la inversión y la creación de empleos para que en el momento de acudir a las urnas, la mayoría de los votantes esté satisfecha y apoye al partido en el poder. Esa expansión artificial provocará un exceso de demanda y tensiones inflacionistas que deberán ser corregidos mediante medidas impopulares que serán adoptadas poco después de las elecciones, cuando pueda dejarse pasar mucho tiempo antes de someterse de nuevo a la aprobación popular.
LA TEORÍA DEL CICLO TECNOLÓGICO: explica la existencia de los ciclos largos de Kondratieff por existir momentos en los que la conjunción de algunos descubrimientos científicos clave permite la aparición de un grupo de nuevas tecnologías, lo que estimula fuertemente la inversión, la demanda y el empleo. Mientras los nuevos productos se hacen accesibles a un número cada vez mayor de personas en más países el ciclo continuará en su fase expansiva. Cuando los mercados estén saturados se detendrá la inversión, cerrarán empresas y se producirá la recesión a la espera de una nueva ola tecnológica. Los avances en los transportes suelen ser mostrados como claves en varios ciclos históricos: los ferrocarriles a mediados del siglo pasado, los automóviles a principios de este siglo y los aviones tras la Segunda Guerra Mundial. Muchos analistas consideran que estamos en la fase ascendente de un nuevo ciclo largo provocado por la tecnología informática desarrollada al calor de la investigación para los viajes espaciales.